El flamante mandatario estadounidense, Donald Trump, asumió este viernes en lugar de Barack Obama, y de arranque prometió “recuperar las fronteras” y “eliminar el islamismo radical”. Hubo disturbios en los alrededores de la ceremonia.
Donald Trump juró ante el Capitolio este viernes como 45° presidente de Estados Unidos y brindó un discurso en el que prometió “recuperar las fronteras”, “eliminar el islamismo radical” y llevar adelante una política económica basada en el proteccionismo.
Hoy comienza un “gran esfuerzo nacional para reconstruir el país” que “determinará el rumbo de Estados Unidos y de todo el mundo por muchos, muchos años”, manifestó el magnate en sus primeras palabras como primer mandatario.
“Nosotros, los ciudadanos de Estados Unidos, estamos unidos en un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y restaurar su promesa para todo su pueblo. Juntos, determinaremos el rumbo de Estados Unidos y de todo el mundo durante muchos, muchos años por venir”, agregó Trump.
Trump juró el cargo sobre dos Biblias, una de su propiedad y otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, empleada también por el ya expresidente Barack Obama en sus dos investiduras (2009 y 2013).
“Tenemos que proteger nuestras fronteras de los estragos de otros países que fabrican nuestros productos, se roban nuestras compañías y destruyen nuestros trabajos. La protección nos conducirá a la prosperidad y fortaleza”, sostuvo el presidente en uno de los pasajes más encendidos de su discurso.
El mandatario insistió en relacionar la cuestión migratoria con el mal desempeño económico: “Recuperaremos nuestros trabajos. Recuperaremos nuestras fronteras. Devolveremos nuestra riqueza. Y traeremos de vuelta nuestros sueños”.
El magnate indicó que “durante muchas décadas, hemos enriquecido la industria extranjera a expensas de la industria estadounidense; subvencionamos a los ejércitos de otros países, permitiendo al mismo tiempo el muy triste agotamiento de nuestros militares”, y añadió: “Hemos defendido las fronteras de otras naciones al negarnos a defender las nuestras. Y gastamos billones de dólares en el extranjero, mientras que la infraestructura de Estados Unidos ha caído en deterioro y decadencia”.
En tanto, el rubio empresario adelantó que “reforzaremos antiguas alianzas y formaremos nuevas, y uniremos al mundo civilizado contra el Terrorismo Radical Islámico, que erradicaremos completamente de la faz de la Tierra”, y concluyó: “Es hora de recordar la vieja sabiduría que nuestros soldados nunca olvidarán: que si somos negros o marrones o blancos, todos sangramos la misma sangre roja de los patriotas”.
En los alrededores de la ceremonia oficial, varios manifestantes se concentraban expresando su oposición al nuevo presidente, que durante la campaña electoral utilizó discursos rasistas, xenófobos y misóginos, entre otras frases polémicas.
El gobierno argentino, que durante la campaña electoral estadounidense se la jugó por la candidata demócrata Hillary Clinton, felicitó al nuevo mandatario. “Les deseamos todo el éxito a la nueva administración y al pueblo norteamericano”, tuiteó el embajador argentino en Washington, Martín Lousteau.