“Los que planteaban que eran el mejor equipo de los últimos 50 años, dejan mucho que desear”, dijo el diputado nacional tras la salida del duodécimo funcionario de Macri. “Hubo varias claudicaciones de la cancillería”, tiró.
El legislador del Frente para la Victoria se refirió a la salida de la canciller Susana Malcorra, anunciada este lunes en conferencia de prensa por el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
“Nos deja una gestión que ha buscado realinear a la Argentina en función de los intereses de Estados Unidos, buscando la desarticulación del proceso de integración regional, que era la gran fortaleza que tuvimos nosotros durante la última década”, sostuvo Remo Carlotto en diálogo con el programa radial Poné la Pava (que se emite de lunes a viernes de 7 a 10 por FM Gran Rosario 88.9).
Carlotto calificó como “una pésima gestión” la de la funcionaria saliente, y argumentó: “Hubo varias claudicaciones como estas y otras tan sentidas para nuestro pueblo como ha sido el proceso de desmalvinización que tuvo en la demanda de Argentina con respecto a la soberanía de nuestras islas”.
“Otra cosa que vimos fue la primacía de sus intereses personales para candidatearse como Secretaria General de la ONU”, agregó el diputado haciendo referencia a la frustrada gestión de Malcorra por presidir ese organismo internacional.
Esta renuncia significó la duodécima de un funcionario desde la llegada a la presidencia de Mauricio Macri. “Los que planteaban que eran el mejor equipo de los últimos 50 años, dejan mucho que desear”, remarcó.
En este sentido, el hijo de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, cuestionó los antecedentes de Jorge Faurie, actual embajador argentino en París y quien será el nuevo Canciller a partir del 12 de junio: “Más allá de ser un funcionario de carrera, lo vinculan a políticas exteriores de Argentina que también han sido de las relaciones carnales, y eso es muy preocupante”.
“La designación tiene que ver con el tipo de alineamiento que busca el gobierno, con ser aliados de EEUU en función de su estrategia de lucha contra el «eje del mal» en la región, que son los procesos populares que siguen estando, como Bolivia, Ecuador y Venezuela; y por otro lado un alineamiento con lo que yo llamo la doctrina de seguridad nacional, que tiene que ver con la militarización de la región”, añadió.
Finalmente, el legislador remarcó que “el desafío es exigir nuevamente que el Mercosur se fortalezca en el marco del respeto de cada uno de los países, y que nosotros tomemos la senda de la integración mucho más amplia que los intereses económico de los grandes grupos, sino en función de los intereses de nuestros pueblos”.
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