Realizadores, productores, actores, y técnicos de la industria audiovisual local se reunieron este lunes en asamblea para intentar frenar las políticas de intervención del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales.
En apoyo a la movida en defensa del Incaa, también participaron grupos de teatro, organizaciones estudiantiles y políticas, de músicos, y hasta trabajadores despedidos de General Motors.
En Rosario como en otras partes del país, los trabajadores de la industria audiovisual están en alerta luego de la separación arbitraria del ahora ex titular del organismo, Alejandro Cacetta, por supuestas irregularidades en su función, y ante la amenaza latente de que desde Nación eliminen porcentajes de fomento. Algo que frenará la producción, con el consiguiente peligro de pérdidas de puestos de trabajo.
Ante una multitud en la sala Lavardén, La Cámara de Empresa Productoras de la Industria Audiovisual de Rosario (Cepiar) convocó a una reunión para defender al Incaa y la producción audiovisual local, y federal.
Además de realizadores, productores, actores y técnicos, a la movida en defensa del cine nacional se sumaron estudiantes de la escuela de títeres, trabajadores de otras disciplinas artísticas y hasta despedidos de la empresa automotriz General Motors, que estuvieron presentes en el edificio de Mendoza y Sarmiento.
Mientras exponían diferentes oradores, se fueron definiendo y discutiendo algunos de los puntos que derivarán en un documento conjunto. De ellos se destacaron «la defensa de la autarquía del organismo, la exigencia de no afectar los mecanismos de financiamiento del instituto por medio nuevas leyes ni por decreto, ni de eliminar los comités vigentes en torno a la producción audiovisual, y también gestionar canales de comunicación concretos con el Ministerio de Cultura y el Enacom», este último ente que dejó sin efecto a la Afsca (La Autoridad Federal Servicios de Comunicación Audiovisual).
En este último punto, el realizador Gustavo Postiglione expresó de forma contundente: «No hay que discutir la ley de Convergencia digital (proyecto que impulsa el gobierno en el Congreso Nacional), y sí defender la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual», y agregó: «Con Collor de Mello, Brasil estuvo diez años sin producir cine propio».
La concejal del Frente para la Victoria, Norma López estuvo presente y dijo que el objetivo del gobierno es «acallar voces y hacer añicos la ley de medios». La edila invitó a representantes del área que visiten el concejo municipal el próximo lunes, en el marco de la reunión de la comisión de cultura.
Por su parte, la realizadora Roxana Bordione expresó que «la industria se encuentra en estado de alerta permanente. Hablar de autarquía significa que la industria se autogestiona con dinero de las entradas de cine y también de los cánones que se les cobra a las grandes empresas por usar frecuencias del estado para transmisiones de canales de televisión y radio», y afirmó que «el plan del gobierno es el vaciamiento y es un vaciamiento millonario».
El encuentro en la sala Lavardén se hizo efectivo luego de las polémicas en torno a la separación del cargo de Alejandro Cacetta de la dirección del Incaa, por supuestas irregularidades denunciadas en el programa Animales Sueltos, y presentadas en la Oficina Anticorrupción, encabezada por la funcionaria oficialista Laura Alonso. Y por los rumores de recortes en los fondos de fomento que posee el instituto, ahora bajo la dirección de Ralph Haiek
